A mi me parece que el tiempo influye muchísimo en nuestro estado físico y mental. He notado que mis alumnos desde una semana están muy deprimidos. En un principio creí que se podía deber a la falta de unas vacaciones. Ahora mismo, para ellos es un momento muy difícil. Dentro de un mes tienen un examen de Bachillerato y sus profesores les exigen mucho. Por otro lado, está el tiempo climático que nos tiene a los polacos a la espera de la primavera. Teóricamente ya vino, pero nadie la ha visto. En verdad, yo también estoy angustiado. Si lo lee algún español, puede imaginarse que ya estamos en abril. Pero aquí sigue nevando o lloviendo. De momento mi ropa diaria es de invierno. Por eso, si sumamos todos estos factores negativos a nuestro alrededor, llegué a la conclusión de que necesitaban un poco de ayuda y yo estaba dispuesto a dárselas.
Pensé
en una posible excursión a las montañas, pero caí en que ahora mismo es
imposible. Otra posibilidad fue ir al mar, pero tampoco, es posible. No obtendremos
ningún placer de este viaje con este tiempo. También debo decir que los
profesores no se mostraron muy contentos con mi idea. Y realmente los entiendo,
para ellos cada clase antes del examen es muy valiosa. A pesar de que pienso
que cualquier idea para aliviar el estrés a los jóvenes sería mejor que nada.
Les
invité a mi parroquia. Preparamos una parrilla y a pesar del tiempo, podíamos
pasar buen fin de semana. Desde la capital a mi casa los trenes circulan
continuamente por lo que no era un problema. Gracias a Dios no llovía, además
de vez en cuanto el sol nos brindaba con sus rayos que se daban paso entre las
nubes. Estaba muy contento porque vino más de la mitad de la clase. Les conté
un poco, sobre mi historia de mi mudanza, les mostré mis caminos preferidos. Vi
que eran relajados y me lo confirmaron cuando me dijeron que “ahora podemos
empezar nueva semana con ganas”.
Pienso
que muchas veces trabajamos y hacemos tantas cosas, sin darnos cuenta del cansancio
que va acumulando. No nos sentamos felices sino agotados. Pensad a veces en
vosotros mismos y aprended a descansar. Claramente el trabajo es muy
importante, pero si lo haces solo por la obligación y no tienes ningún satisfecho;
pensad que es un tiempo perfecto para café sabroso. Te prometo que después de
un breve descanso con un café, tus fuerzas volverán y estarás de nuevo con las
pilas recargadas.
Fotografía:
Google grafika
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